Lo que se había dicho se cumplió. Al no obtener los votos suficientes en la propuesta de reforma constitucional en materia electoral, el presidente de la república envió a la cámara de diputados sendas iniciativas que reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones a cinco leyes en materia electoral, además de una nueva ley en materia de medios de impugnación.
En total, eran cerca de 700 artículos contenidos en la propuesta conocida como el PLAN B del presidente, que las y los diputados de morena, del verde y del PT, la hicieron suya y haciendo una copia fiel del documento, incluidos los errores que contenía, presentaron las iniciativas a través de una diputada de morena.
Sin conocer el contenido de las propuestas, la bancada mayoritaria de morena y sus aliados, le dispensaron todos los trámites para entrar directo a la discusión y aprobación.
Me tocó presentar una moción suspensiva para que las iniciativas se mandaran a comisiones, fueran conocidas y se iniciara con la discusión, pero desafortunadamente la mayoría indolente desechó las mociones suspensivas presentadas.
Se les dijo que votar así el plan B del presidente, se traducía en una violación democrática contraria a los principios de deliberación y participación de todas las fuerzas políticas representadas.
Así lo sostuvo nuestro máximo Tribunal Constitucional al resolver una acción de inconstitucionalidad en el que mencionó, entre otras cosas, que por no cumplirse con las normas del procedimiento legislativo se violó el principio de participación y deliberación democrática.
El conocimiento y estudio de las iniciativas debía cumplirse para que se pudiera llevar una deliberación racional para estar en condiciones de debatir en condiciones de igualdad.
No hicieron caso. Lo hicieron con un desaseo legislativo que no respetó los requisitos mínimos del proceso legislativo contenidos en el Reglamento.
Además, una vez conocidas y votadas las modificaciones, se perciben claros casos de inconstitucionalidad que ya han sido señalados por expertos y analistas electorales.
Con sus votos la sacaron adelante, pero quedó claro que legislan a partir de la ignorancia y del sometimiento.
Ahora le tocaría a la cámara revisora, el senado de la república, legislar con responsabilidad para corregir todos los artículos que son violatorios de la constitución, pero desafortunadamente, la misma mayoría indolente de morena, verde y PT obedecieron al secretario de gobernación y solo quitaron algunas reformas que se habían propuesto que eran a todas luces inconstitucionales. En todo caso, existe la posibilidad de recurrir a la acción de inconstitucionalidad o la controversia constitucional, que en su momento será resuelta por la suprema corte de justicia de la nación.