Así, con esas palabras, Porfirio Muñoz Ledo, brillante político mexicano describió lo que está pasando en nuestro país, a poco menos de 4 años de que la cuarta transformación llegara a gobernar, en la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Vayamos por partes, primero para definir que es un estado fallido, luego un gobierno rebasado y finalmente que es una sociedad excluida.
De acuerdo con los estudiosos de la teoría política, Rodrigo Castellanos entre ellos, se afirma que un estado fallido puede considerarse como tal, cuando no puede garantizar su propio funcionamiento o los servicios básicos a la comunidad, pero esencialmente, cuando ha perdido el monopolio en el uso legítimo de la fuerza.
El estado mexicano esta fallándole a los mexicanos porque los servicios básicos, como el acceso a la salud, a la educación y a la seguridad, no funcionan y se han ido deteriorando con el tiempo, al margen de que también, se ha perdido la presencia ante la comunidad internacional.
El gobierno está rebasado porque se quiere imponer una visión personalísima de la política, más encaminada a la continuidad de su proyecto, que para brindar los servicios y satisfactores necesarios para la sana convivencia.
El gobierno se vio rebasado por los altos contagios y muertes durante la pandemia del COVID; se vio rebasado todo el sistema de salud al dejar fuera de este beneficio a millones de mexicanos; se ve rebasado continuamente en materia de seguridad porque diariamente crecen los homicidios dolosos, los feminicidios, los asaltos y los asesinatos de periodistas; y se ve rebasado, cuando el presidente todas las mañanas anuncia distractores musicales, ofende a comunicadores y pronuncia discursos vergonzosos.
Por otra parte, la sociedad está excluida de la toma de decisiones, y desde el gobierno, solo se le ve como la receptora de los beneficios clientelares diseñados, más para tener control electoral en el momento que se necesite, que para el sano desarrollo de la comunidad.
Tiene razón Porfirio Muñoz Ledo, se ha instalado un absolutismo estéril buscando la concentración del poder en una sola persona.
Contra eso luchamos cuando gobernaba el partido que surgió desde el poder, contra eso seguiremos luchando hoy que gobierna un presidente que no respeta la ley, que no permite ser cuestionado o señalado, que se la vive en ocurrencias mañaneras y que desprecia el orden y el diálogo.
La sociedad debe dejar de ser excluida de las decisiones y debe participar activamente. Quizá la defensa del INE sea la causa que aglutine a esa sociedad que hasta ahora ha sido excluida.